lunes, julio 17, 2006

Se acabo!

Este blog se acaba; esto de los blogs es oficialmente una moda. Volveré cuando este enardecido por alguna tonteria que no merezca tinta y a que me lea el mismo uruguayo de siempre (es que hay una personad de Uruguay que me lee por ninguna razon y nunca me dice nada : Hola! Señor(a) Uruguay@.

Ennumeraré para la persona de Uruguay las cosas mencionables de esto en distintos apartados:

...mhhhh la verdad es que todos los experimentos que se intentaron se fueron por la borda (tan bello lugar) a causa de no más que PEREZA; es un enemigo infranqueable. Y es que no soy de dar mi opinion al aire, soy inseguro ¿y? Pero tuvo cosas buenas como el País Secreto Oh! Esa idea me hace sentir un escritor de Science ficcion de a de veras (vease ficción especulativa).

* * *

Pues seguí viendo esto del blog y como que no merece morir (no escribo tan mal ,eh). Lo voy a suspender o a vetar, por que le han pasado cosas dignas; comentarios halagadores que agradezco junto a mi ego enormemente .

Bueno ya, entonces la cosa esta queda:

¡VETADA!

Escuche a Jamie Cullum mientras sucede algun músico mejor.

lunes, julio 10, 2006

El gran juego que se va

El Catenaccio es el nombre más bello para el fútbol más horrendo. Es fácil hablar como espectador, como técnico a distancia, pero toda esta injusticia que me deja este mundial no es callable. Que las figuras del campeón sean defensas, dueños de juego fácil y cobarde. La historia naturalmente registra todo con un nombre y un número, pero hoy sucede algo más importante para el fútbol (ya que cuando pierde el fútbol gana Italia): ese momento cuando bajó esa escalera dando la espalda a la copa Zinedine Zidane. Esta vez de verdad “no podía creerlo” Veía el cabezazo sobre el pecho de ese niño malcriado Materazzi y me era incomprensible como Zidane se ensuciaba en el lodo de alguien que tiene menos talento en todo el cuerpo que él en un dedo. Pudo habérselo dicho, o demostrado su superioridad con solo darle la espalda, pero no y así se fue del fútbol. Es una final triste desde cualquier punto de vista. Le deja una pequeña mancha, pero nadie puede reclamarle; él es el más grande jugador de su país y hoy del mundo. La prueba está en como Gatusso no pudo aparecer, en como Kaká veía su técnica arrastrándose cuando quería quitarle la pelota, en el Ronaldinho que tenia que esconder la cara por que el verdadero gran futbolista estaba ahí, y en los españoles que tuvieron que tragarse todas sus palabras. Estoy afectado por esto, fácil puede verse; casi pude ver una capa de Superman cayendo de la espalda de ese hombre que descendía por la escalera del olímpico de Berlín.


El campeón mundial también puede pasar inadvertido en el tiempo, Zidane no. Ese fútbol desgraciado gana cuando nadie más puede ganar o cuando las circunstancias catastróficas (como las hoy francesas) lo permiten. Qué bueno que los italianos le conocen otro nombre a su juego de pelota, por que eso que jugaron hoy de ninguna manera es Fútbol.

jueves, julio 06, 2006

Las Barras

1:36 del 6 de Julio del 2006

No se demasiado de política pero supongo con precisión; me hace sentir una clase de analista político que a su vez es alguna clase de profeta. Veo los votos, son pocos y no entiendo por que se presume de unas “ejemplares elecciones”. Niego con la cabeza y pienso en la democracia; río, voy por agua y vuelvo a la cama. Algo está mal, muy mal, pero no creo que pueda hacer algo. ¿Con que fin? Yo no voté por el mejor candidato, sólo no voté por el diablo, o así lo creo ahora; imposible confiar siquiera en mi mismo. El mío va ganando pero se que en cualquier momento en que me distraiga y duerma él caerá: me pienso fuerte, yo no caeré. Preparo café.

Los analistas no saben que más decir, sólo saben que no decir; triste. Recuerdo que una amiga me dijo que mi candidato había matado a su hermano. ¿Es esa razón suficiente para no votar por él? No lo se, la decisión ya la tome y en todo caso, los héroes han matado a muchos hombres; no es necesario una herida con sangre para matar a alguien, hay maneras mas sutiles y abyectas de hacerlo.

Avanza la pequeña barra, nunca a nuestro favor (como si fuera al mío). “Se acabó” dicen todos. Yo no caeré. Pienso en un futuro que suceda 20 minutos después; digamos que cuando sea declarado el de derecha presidente de mi país. Tendrá la cámara (de Diputados) de su lado, una bonita calcomanía con la leyenda “democracia” en su carro y el autoritarismo en el volante. Río un poco, lo imagino exagerado, como si estuviera solo, pero enseguida imagino a todas las mentes que irán detrás de él. Se vuelven a mover las barras. Pienso en leer, me acometen mis problemas, pienso en el libro que recién leí; mejor pensar en la tristeza de mañana. Las barras de nuevo, yo no caeré, tendré que ver como la resistencia surge desde las fuerzas centrales de este país, de los ignorados, de los soñadores, de los pobres, de los que lloran. Pienso que lo anterior es demasiado sensible para algo tan sucio, enseguida me retracto; la belleza está escondida en todas partes.

El país está divido en dos partes: los pobres y los ricos. Los primeros reclamaran un fraude electoral y los otros no saben nada, les da igual supongo. Recuerdo las razones para votar de la gente con quien hable del tema; sigo creyendo que nadie presto atención a la clase de historia. Imagino a los inversionistas encontrándose una bandera amarilla a la entrada del país, inmediatamente subiendo a sus autos y metiendo todo su dinero en la cajuela para irse a algún lugar peor gobernado; que bendita hilaridad en tiempos tan malditos.

Se acabo, son las 9 de la mañana, todo se ha terminado. Caímos, yo con ellos por la madrugada; naturalmente las barras por fin cambiaron de lugar. Alguien o algo me dice que espere, que aún no ha acabado, que en 6 años van a sacar más actas electorales.